Autobiografía al estilo de Alberto Laiseca

No sé si una autobiografía puede ser sincera, pero sé que uno elige que contar que y no, o a veces, simplemente se olvida. No soy una persona que cuente todo, muchas cosas me las guardo. A veces ni siquiera sé que es lo que quiero contar, o como ponerlas en palabras. Así que acá va mi presentación.

Me llamo Delfina Giacalone, nací el 25 de agosto de 2005 y tengo 19 años. En 2023 terminé el colegio, fui al mismo toda mi vida, y si bien me divertía mucya sentía que era momento de terminarlo. Aunque, ¿Para qué quería eso? Si no tenía idea qué carrera estudiar.

Así fue como me anoté en Comunicación Social, porque no tenía ni idea que me gustaba. Sé que es una carrera amplia así que espero que eso me ayude. Aunque hoy puedo decir que tengo una inclinación por la publicidad. Tal vez porque siempre me llamo la atención el mundo de las propagandas, de cómo puede influir en uno y la creatividad que hay en ellas. Además, estoy cursando un taller de escritura, que es un espacio en el que puedo expresarme de manera distinta a lo que vengo experimentando, una forma de contar lo que pienso sobre diversos temas que nunca había indagado.

Me gusta mucho escuchar música, soy muy versátil con los géneros, un día puedo estar escuchando rock, otro día pop y al  otro una canción de trap. Viajar es lo que más me gusta hacer, aunque todavía me queda un largo camino para conocer todo lo que quiero. Mi sueño es ir a Nueva York y conocer esa enorme ciudad, algún día lo conseguiré. Me gustan los perros, yo tengo una llamada Luna, me gustan las series, las películas, sobre todo las de suspenso, esas que te hacen pensar un rato largo después de que terminan. No soy una gran lectora, pero cuando leo, es porque un tema me atrapa de verdad, normalmente algo que está relacionado con alguna película que me gustó mucho. El resto, no lo tengo muy en cuenta, aunque me gustaría entrar más en el mundo de la lectura. 

Por ahora, la vida es eso: una carrera que elegí sin estar del todo segura, canciones que se repiten, algunas más tranquilas y otras más movidas, amigos y familia que siempre están, etc. A veces siento que estoy más cerca de saber qué quiero hacer, y otras veces me parece que ni siquiera importa tanto. Capaz la gracia está en no tenerlo todo claro. Y eso es lo que lo hace interesante.